Un pasado borroso

La soberbia de occidente:

Siempre he sido un fanático de la historia. Me gusta escuchar narraciones del pasado e imaginarme como era la vida en esos tiempos, ¿cómo vivían las personas en Mesoamérica? ¿Cómo fue ver la construcción de las pirámides en Egipto? ¿Qué tan aterrador pudo ser la peste negra? O ¿qué tan impresionante escuchar los simposios en la antigua Grecia? La verdad estas son preguntas sin respuesta, pero justo de ahí proviene la magia de imaginar el pasado, no porque crea “que todo tiempo pasado fue mejor” sino, porque es fascinante vislumbrar los recuerdos de la civilización humana.

Dentro de esos viajes al pasado comencé a investigar sobre las pirámides de Guiza, esos inmensos monumentos construidos en Egipto para guiar al faraón en su viaje a la otra vida. Me quede fascinado con el gran ingenio y esfuerzo requerido para construir esas pirámides, era algo simplemente increíble.

Cuando le compartí mi interés por aquellos monumentos a una conocida de mi facultad, su respuesta me dejo atónito: “Esas pirámides fueron construidas por extraterrestres. ¿De qué otra forma pudieron los antiguos egipcios construir eso sin tecnología como la de hoy día?” La verdad no sabía que contestar, así que lo único que hice fue escucharla decir sus cosas.

Al llegar a mi casa aquella tarde comencé a ver que existía una creciente idea de que las civilización antiguas habían recibido ayudada por parte extrajeres. Muchas de estas teorías a mis ojos carecían de sentido, y sólo se mantenían juntas con datos desperdigados unidos bajo un hilo común: “ellos no podían hacerlo solos, carecían de la ciencia y tecnología para construir esas grandes cosas”.

Si alguno quiere ver esto que digo solo debe sintonizar History Channel en “Alienígenas ancestrales” o cualquier show del ovnis que hoy en día están de moda. No me gustaría meterme en si estas teorías tienen o no bases científicas o son ciertas, lo que me interesa es el argumento de fondo el cual es: sin la tecnología o la ciencia actuales imposible hacer aquellas cosas.

Hoy día estamos tan acostumbrados a los beneficio que nos dan las herramientas tecnológicas que consideramos que sin ellas la vida sería insufrible, insoportable. y esto afecta nuestra forma de ver el pasado. Pareciera que consideramos que antes de la creación de la ciencia y la tecnología los seres humanos eran idiotas.

Que el tiempo antes de la época moderna estaba lleno de mitos y cosas inútiles, que no fue hasta la ilustración que comenzamos a volvernos humanos inteligentes. Que los conocimientos generados hoy día traspasan por mucho el conocimiento anterior y vivimos en la era del progreso.

Crecemos rodeados con la idea de que nuestro tiempo es superior a los anteriores, que vivimos en una evolución de la cultura humana y estamos en tal punto que ahora los niños de secundaria saben más que los antiguos filósofos griegos.

Comparar las diferentes eras de la historia humana y proclamarnos como mejores es puro egoísmo, es este mismo egoísmo el que no le permite a la mayoría de las personas ver hacia atrás y descubrir las cualidades que erigieron el pasado de la humanidad. Sino, estamos condenados a estar vendados por la cubierta del ego tecnológico y seguir haciendo teorías centradas en lo tonto que éramos antes de la industrialización.

Porque la ausencia de tecnología no convierte a nuestros antepasados en descerebrados. Más bien nos limita a nosotros es al no poder apreciar un mundo sin estos recursos. Ahora no estoy implicado que deberíamos abandonar todo y vivir en el campo no, sólo señalo que debemos quitarnos la venda de la vanidad moderna y ver al mundo con otra vista, descubrir al mundo en sus múltiples realidades y renovar nuestras miradas de los límites del presente. Descubar que la grandeza del ser humano va a más allá de nuestro tiempo, de esta época de fábricas y laboratorios.