Ejemplos curiosos en una boda
- J. L. Benítez
- 8 jun 2015
- 4 Min. de lectura
Ejemplos curiosos en una boda:
1) La vestimenta de los invitados.
2) El orden y cercanía de los invitados a la mesa de los novios.
3) El baile (entre más corriente más ambiente).
4) La comida, deliciosa y en los 4 tiempos que se suponen son el ideal.
5) El ramo de María.
6) La entrega de la novia (¿por qué no se entrega al novio?)
7) El sermón que nunca es el mismo, puesto que aunque hay palabras clave que se conservan en muchos rituales, dependiendo que tan laxo o conservador sea el sacerdote da pequeños destellos de su ideología ejemplo: “María concede a esta mujer, tu entrega, tu sunción y tu devoción”.
8) Ser saludado por los parientes incomodos, en una boda no se vale tener rencores y si los hay se tienen que olvidar por un momento, en especial si estos son entre familiares.

Existen momentos cruciales en una boda y aquí me gustaría mencionar sólo tres comenzando por este: La llegada a la misa, en este momento se ven las jerarquías dentro de los invitados, claro. Al menos en lo que se trata a los “compromisos espirituales”, puesto que ya se sabe que los parientes lejanos y más ateos estarán llegando ya casi para el final, para ellos la parte más importante de las pompas religiosas del matrimonio es cuando el sacerdote dice: “ la paz sea con ustedes la misa a terminado”
¿Qué es esta misa? ¿Es en realidad un evento de suma importancia? Bueno esperemos que para toda la parafernalia que lleva consigo lo sea. Otro ejemplo curioso y parte de lo anterior es que a los invitados se les exige una cierta etiqueta, dependiendo del estatus socioeconómico es como se van viendo modificadas estas exigencias. “Rigurosa etiqueta” esta frase grabada en letras doradas en una carta preciosamente impresa es el preludio a lo espera a uno en una noche de sábado.
Ahora mezclando los dos elementos anteriores ¿qué es lo que tenemos?; la misa; símbolos de espiritualidad, pureza, entrega en una narración tan vieja como la memoria de occidente. Y por el otro lado tenemos algo aún más primitivo y es el deseo de marcar una distancia con los demás, a través de cerrarse en un grupo selecto de personas “cercanas”, cercanas claro mientras encajen en ciertos cánones del grupo.
Pero una vez que tenemos la pertenencia en un grupo y los elementos sagrados en esta reunion el siguiente paso natural de nuestras bodas es buscar profanar lo sacro con un elemento presente siempre en una reunión de este tipo, la fiesta.
La fiesta de la boda, una que siempre viene acompañada de dos cosas propias: del despilfarre y la pesadez, un banquete donde normalmente se busca lucirse con los platos servidos curiosamente cometiendo dos pecados que el sacerdote sataniza hace solo unos instantes, la vanidad y la gula pero bueno así son los claro oscuros de esta celebración.
La pista de baile por otra parte se convierte en otro fenómeno muy peculiar. Se da el primer baile de los novios aunque ya hubiesen bailado hasta reguetón antes de la boda, (en algunos casos incluso así se conocieron), aquí lo que brilla generalmente es la ausencia de habilidad de muchas personas por bailar, quizás las personas de clases altas se ponen muchos filtros de etiqueta para compensar su falta de pericia al momento de estar en este ritual de fertilidad, como dicen por ahí; “entre más corriente más ambiente”.
La boda, no es un evento meramente de la entrega de un hombre y una mujer, es una aceptación de las normas de una cultura, es el entregarse a la seguridad de una estructura sólida y querer conformar una “célula” “una familia”. En la antigüedad el matrimonio era el cambio del poder, una alianza entre gremios o clanes y también la recreación de un ritual de creación. Hoy día es el recuerdo de las antiguas tradiciones para marcar estatus y unir a las personas con los valores de su sociedad.
En la boda podemos ver muchos de los mecanismos presentes en nuestro tiempo porque la boda es el nacimiento de una sociedad institucionalizada que tiene como miembros a dos personas, almenas en la norma occidental.
Porque estos elementos son importantes porque volvemos entonces a los dos primeros párrafos del texto y de lo que me tocó vivir entre toda la faramalla de presenciar una boda. La entrega ya captación de dos individuos a formar parte de una de las instituciones más antiguas del control social: el matrimonio, con ello sumarse a una estabilidad y estatus dentro de una cultura, para con ello dar la posibilidad de ir formando una prole identificable.
Otro punto son los símbolos que se encuentran detrás del velo de novia, el azul de su liga que se esconde, es símbolo de la virginidad que será quitada por el novio. Su vestido blanco, símbolo de su pureza por excelencia. Efectivamente eso significante del devenir histórico que aunque muchas veces se ignore su origen se acepta su implicación y esa novia (que bien puede no ser virgen) como una casta mujer que recrea la pureza de la madre de dios. El hombre por su parte, siempre vestido como el más gallardo, con un botos de sobre que empuja a la mirada a una “V” e intenta emular al gallardo hombre de las revoluciones burguesas se muestra como el proveedor de seguridad.
Estos símbolos parecieran absurdos a nuestros ojos puesto que no concuerdan con la realidad y el tiempo en el que estamos pero son un recuerdo de lo importante que era para nuestra civilización la procreación y el volverlo un negocio sacro, algo divino y único. Aunque hoy día muchas cosas como las “arras” ya no cumplan su antigua función de ser un pago por la novia, si son parte de un ritual que nos marca como una sociedad que quiere preservar la memoria de su pasado.
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