top of page

Bajo las Nubes Doradas

  • Foto del escritor: J. L. Benítez
    J. L. Benítez
  • 11 may 2015
  • 2 Min. de lectura

Lluvia

Para: Ana

En un día de ligera lluvia, en esas tardes donde el sol del crepúsculo anuncia su llegada. Iban caminando un niño agarrado de la mano de su madre. Un muchachito con más dudas que años cumplidos que siempre encontraba una respuesta en su madre. Esa tarde como era costumbre el niño ataco a su mamá con preguntas de esas que hacen dudar por horas a los filósofos.

-Mamá ¿por qué llueve? ¿Por qué el cielo de repente parece que llora y todo se pone triste? Las personas corren y muchos hasta parecen molestos ¿por qué?-.

- Lo que pasa hijo es que muchos no lo comprenden; el cielo no se pone triste, lo que pasa es que el cielo le pasa sus sentimientos y sus pensamientos a la tierra y a veces son cosas tan profundas que la gente prefiere hacerse a un lado y no empaparse con eso. El cielo piensa y llueve para ayudarle a la tierra a crear la vida, es la forma que él tiene para poder ayudar a la tierra en su labor de ser madre-.

-¿Pero cómo sabes que el cielo y la tierra piensan y sienten?- pregunto el hijo.

- ¿Ves las nubes mi pequeño? ¿Ves las formas que toman?-Si- contesto el niño. – pues mira hijito las nubes son los pensamientos del cielo, por eso toman formas de cosas para que cuando llueva y el agua mande ese pensamiento a la tierra, ella le de forma. Así aparecieron las cosas que tenemos aquí.

- la lluvia hijo mío es el camino de los pensamientos del cielo, es un regalo para todos porque sin eso nadie estaría aquí-.

-¡Ah yo quiero tocar las nubes! quiero ayudar al cielo para que se inspire-. Dijo el niño. – Claro hijo, mira ven aquí, acércate-. Entonces su mamá le mostro al niño un charco que se formó en la acera de aquella calle por la lluvia.- No veo nada, no hay más que agua- dijo él. – mira más allá de sólo el agua. -entonces el niño volvió a ver aquella agua estancada y lo que vio fueron las nubes que se volvieron doradas por los rayos del sol, y en ese reflejo las nubes formaban lo que parecía el rostro de un niño que miraba a la tierra a un curioso pequeño y una madre que le regalo el don de ver la magia del mundo.

J.L. Benítez

 
 
 

Commenti


Featured Posts
Recent Posts
Search By Tags
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic

© 2023 The Journalist. Proudly created with Wix.com

bottom of page